Once upon a time...
La primera es que anoche volví a soñar un sueño extraño… Vivíamos en la otra casa, la casa 5, y mi papá se ponía mal otra vez… pero mi mamá decidía remodelar así es que toda la sala estaba llena de las plantas del jardín… comenzó a llegar la familia para visita, y nosotros tuvimos que recibirlos en casa de Alma, la vecina viuda… y se me hacía muy peculiar ver que ella también había remodelado y había creado un cuarto para pintar con vista al patio (no sabía que ella pintara)… y luego, un vecino aventaba cuetes y todos salíamos corriendo… y luego, llegaba mi primo el contador con su familia… y él estaba llorando… y era más difícil verlo llorar a él que pensar a mi padre malo de nuevo… y luego, desperté.
La segunda… Alguna vez escribí que quería “a fairytale love”. Ustedes verán, que yo tengo un serio problema de visualización a futuro. ¿Qué digo serio? SEVERO. No me puedo imaginar nada de mi propio futuro. Nunca he podido hacerlo… y lo que logro imaginar, a veces no me gusta. En fin… pues, probablemente por eso, mucho tiempo me costó trabajo saber lo que quería ahora, pensando que el querer algo en específico podría afectar a ese futuro de por si incierto que se avecinaba. Y caía en respuestas tontas y frases estúpidas (como “sólo quiero estar contigo”, que ni era cierto ni me hacía feliz ni era la solución a nada, era nada más señal de mi propia cobardía). Pero algún día lo averigüé: I want a fairytale love… Can´t help being a helpless Romantic...
Pero, hoy en la mañana, mientras manejaba, de noche aún, me di cuenta de algo: el cuento de hadas que espero vivir, lo creo yo misma y en él, soy la princesa encerrada en la torre, esperando ser rescatada, y también soy la bruja/madrastra/etc. autosaboteándome permanentemente y encerrándome solita en la torre… y también soy el príncipe (en brillante armadura) y vengo a salvarme todos los días. I am a fairytale, I need it and construct it every moment. No necesito que me salven… es más: ¡nadie puede salvarme!
What I want now: to share my fairytale… Incluyendo ilusiones rosas y sueños de colores, pero también ronquidos y pedos, lloriqueos (soy harto chillona) y corajes y sonrisas y silencios y gritos y caricias y besos y cariño y caminos…
¿Vienes conmigo?
¡Basta ya! Es demasiado temprano para tanta y tan mala filosofía barata, mis queridos no-lectores…
Besitos, e.
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